Un periodoncista es un dentista que se especializa en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad periodontal.
Los periodoncistas también son expertos en el tratamiento de la inflamación oral.
Los periodoncistas reciben capacitación extensa en estas áreas, incluidos tres años adicionales de educación adicionales a los de la facultad de odontología. Están familiarizados con las últimas técnicas para diagnosticar y tratar la enfermedad periodontal, y también están capacitados en la realización de procedimientos periodontales cosméticos.
El dentista general puede manejar las necesidades periodontales de algunos pacientes. Sin embargo, a medida que más y más pacientes exhiben signos de enfermedad periodontal, junto con investigaciones que sugieren una relación entre la enfermedad periodontal y otras enfermedades crónicas del envejecimiento, el tratamiento periodontal puede requerir una mayor comprensión y un mayor nivel de experiencia por parte de un especialista capacitado.
Los pacientes que presentan niveles moderados o severos de enfermedad periodontal, o pacientes con casos más complejos, serán mejor manejados por una asociación entre el dentista y el periodoncista.
Los periodoncistas a menudo tratan casos periodontales más problemáticos, como aquellos con enfermedad de las encías grave o antecedentes médicos complejos. Los periodoncistas ofrecen una amplia gama de tratamientos, como raspado de raíz (en el que se limpia la superficie infectada de la raíz) o curetage de la superficie de la raíz (en la que se elimina el tejido dañado). También pueden tratar pacientes con problemas graves de encías usando una variedad de procedimientos quirúrgicos. Además, los periodoncistas están especialmente capacitados en el mantenimiento y conservación de implantes dentales.
Durante la primera visita, el periodoncista revisará los historiales médicos y dentales completos del paciente. Es extremadamente importante que el periodoncista sepa si se están tomando medicamentos o si el paciente está siendo tratado por alguna afección que pueda afectar la atención periodontal, como enfermedad cardíaca, diabetes o embarazo.
El periodoncista examina las encías, comprueba si hay alguna recesión en la línea de encías, evalúa cómo encajan los dientes cuando muerde y comprueba los dientes para ver si están sueltos. El periodoncista también tomará un pequeño instrumento de medición llamado sonda y lo colocará entre los dientes y las encías para determinar la profundidad de esos espacios, conocidos como bolsas periodontales; esto ayuda al periodoncista a evaluar la salud de las encías. También se pueden tomar radiografías para observar la salud del hueso debajo de la línea de la encía.